-
Esquelas
No se trataba, como creían, de una broma macabra. Repartí entre mi alumnado unas pocas esquelas. «¿Que vamos a practicar comentario de texto con ellas?», exclamaron anonadados. «Si habéis leído el Curial e Güelfa y estáis vivos, ya todo está permitido», sentencié algo molesto por su inoportuna y osada ignorancia. En verdad, todo cabe en el sistema educativo. Pero la chavalería se agita fácilmente cuando les invitas a romper con la soporífera monotonía académica. Les desconcierta aquello que cuestione su rutinario transitar existencial, anestesiados –y cosificados– en esta paupérrima educación adiestradora de masas. Donde haya palabras aparece insospechadamente la literatura. Donde haya palabras aparece insospechadamente la literatura. Los seres humanos…