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    La alegría de Carmen Alborch

    Una obra completa de la naturaleza, así ha sido Carmen Alborch. Maestra feminista, pionera en todo e histórica socialista de las que, como pocas, rompía techos de cristal cuando nadie se atrevía; combativa con el suelo pegajoso, las desigualdades, las injusticias y el patriarcado. Ya hace mucho que la eterna sonrisa de Carmen es patrimonio inmaterial de la humanidad, pues, siendo el secreto de su alegría la resistencia, engendró una manera propia de entender el feminismo. Se debate si ha irrumpido la cuarta ola en la historia del feminismo. Carmen representa un caso único en su género, pues encarna cada reivindicación y logro de todas las olas feministas.   Ya…

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    Rebeldes y transgresoras

    La Asociación Clásicas y Modernas, asociación por la igualdad de género en la cultura, reunió el pasado lunes -Día de las Escritoras- a un nutrido público comprometido con la visibilidad de las mujeres en la literatura, el arte, la música, el teatro, etc. Esta tercera edición repitió  el notable éxito de las anteriores, apreciable en la abarrotada sala de la SGAE de València. Abría el acto la filósofa Rosa M.ª Rodríguez Magda, vicepresidenta de Clásicas y Modernas, quien presentó el programa dedicado a mujeres rebeldes y transgresoras como la compositora Matilde Salvador o autoras como Rosalía de Castro, Rosario de Acuña y Carmen de Burgos. Esta última, por cierto, recuperada…

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    Eterna Alborch

    El feminismo debería ser patrimonio inmaterial de la humanidad, dijo Carmen Alborch cuando recibía la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana. Una reivindicación importante, más todavía si la profiere alguien que ya es historia del movimiento feminista. Todo reconocimiento tiene un valor en sí y otro simbólico, a saber: revitalizar la ejemplaridad pública, el testimonio de mujeres que, como Carmen, han sido «espíritu de lucha por la igualdad de género». La maestra Amelia Valcárcel recuerda a menudo que el feminismo es el único movimiento social y político sin una sola víctima en su larga lucha.  Cambiar el mundo de rumbo, sí, pero desde el pacifismo y el entusiasmo. Alborch, ya…