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    Delirio

    Soy docente, con perdón. La Sanidad –y con razón– se revaloriza en la era Covid-19. Otras profesionales, cotidianamente «invisibles», también reciben aplausos –muy merecidamente– desde las balconadas. Otra cosa somos el profesorado; como bien saben, la sombra escéptica cubre nuestra labor porque trabajamos poco y tenemos muchas –muchísimas– vacaciones, muy inmerecidas. Por fin se toma conciencia de los derechos sociales, de la incuestionable necesidad de la cosa pública, priorizando lo irrenunciable sobre lo prescindible. Miren si no el cuestionamiento de la monarquía: ¿para qué sirve Felipe VI? «Confía en el tiempo que suele dar dulces salidas a amargas dificultades», dice El Quijote. A ver si el Covid-19 nos trae la…