• Artículos,  Levante-emv,  Opinión

    Egocéntricos

    Los contagios se multiplican por cuatro en la franja de edad de 10 a 19 años. Portada de Levante-EMV un lunes 15 de junio. Como cada día, digiero la realidad entre titulares y una galletita cortesía de la cafetería en la que desayuno acompañado de la «nueva normalidad». La estadística retrata a nuestra juventud, pasota, arrogante. Una generación pandémica centrada en su ombligo: egoísta, endiosada, insolidaria. Dijeron que los chavales sufrían en el confinamiento. Permítanme dudarlo. Difícil si disponen de su kit básico de supervivencia: móvil, internet, Netflix. El martirio fue para sus progenitores, artífices de esos tiranos delirantes bajo los efectos del síndrome del emperador.  Un mundo moral e…

  • Artículos,  Levante-emv,  Opinión

    La nueva normalidad y yo (y III)

    Sigo en la fase cero. Salgo poco y mal. La incipiente «nueva normalidad» resulta incómoda. El teletrabajo me redujo a una suerte de orador a granel, grabando vídeos a diestro y siniestro. Si una alumna envía al correo un vídeo breve, respondo con otro en una especie de bucle infinito. De tu pantalla a la mía, podría decirse. Pero la realidad ataca a traición. Que se lo digan a una amiga mía, pobre. Se fue a evacuar en mitad de un claustro virtual forzada por un repentino retortijón de tripas. Olvidó silenciar el micro de su auricular inalámbrico, toda una cagada telemática. Semejante despropósito quedará en la historia como el…

  • Artículos,  Levante-emv,  Opinión

    La nueva normalidad y yo (II)

    La realidad a fascículos, así se mercadea en el rastrillo de la «nueva normalidad». Sales de casa y echas un vistazo rápido a tu entorno habitual. Ojeas la vida como las portadas de la prensa en tu quiosco, receloso de algún titular indigerible. En esta ocasión percibo mucho ruido: cazalleros cuarentones en las terrazas de bar, o viejos fumando puro con la mascarilla en la cabeza (una marranada de manual). La vulgaridad sigue en auge. La ordinariez resuena  a tope de decibelios. En ocasiones veo cacerolas: sujetos impertinentes e indecorosos privados de logos, pura contaminación acústica. Ese colectivo de groseros lidera la «nueva normalidad». Estudié un máster interuniversitario en Idiotas…

  • Artículos,  Levante-emv,  Opinión

    La nueva normalidad y yo (I)

    Entenderse con la «nueva normalidad» es un asunto que me trae de cabeza. Llevo toda la vida adaptándome a la anterior, llamémosla  «vieja», «añeja» o «extinta». Quien esto firma la sentía amigable, si bien sabíamos, tanto ella como yo, que el nuestro era un matrimonio forzoso. El amor de muchas parejas se oxida con la rutina. Su relación funciona por inercia, como un reloj: tic, tac, tic, tac… Suena fúnebre, ¿verdad? También uno se habitúa a la muerte en vida. Se oxida el alma, el corazón y la esperanza. La otra realidad era muy lúgubre. ¿Qué importa? Con todo, era de la familia. La cotidianidad se asemeja a un cementerio,…

  • Artículos,  Levante-emv,  Opinión

    La nueva normalidad

    Se impone una «nueva normalidad» cuando quien esto firma seguía todavía inadaptado a la anterior. La normalidad siempre nos pilla desprevenidos. Más que nada porque uno se habitúa al delirio y acaba sintiéndose a gusto en él. Nadie nos explica, por ahora, si esta ignota realidad supone una ruptura radical con la delirante, esa tan confortable y familiar como nuestra almohada. Es curioso como se acostumbraba uno a entregarse a la falsa realidad, si acaso ya podemos nombrarla así. Hagan memoria de esas mujeres, no sea cosa que se olvide, explotadas en su propio hogar. Eran las más afortunadas, pues otras, recuérdese, acabaron asesinadas, si no maltratadas o violadas. Espero…

  • Artículos,  Levante-emv,  Opinión

    El profesorado no tiene quien le aplauda

    A partir de la pandemia intento explicarme tan extraña e insólita realidad distópica. Así ocurre también entre columnistas admirables. Mi artículo es terapéutico. Uno de mis últimos escritos en Levante-EMV no fue muy piadoso con el profesorado. Si bien mantengo la tesis, porque, como decía, ordenar mis ideas me permite defenderlas con mayor convicción, considero oportuno ofrecer algo de aliento a tantas personas docentes. Es cierto que, en cuestión de un santiamén, se pasó de la modalidad presencial –que tampoco es que sea gran cosa– a la virtual, rodeados de un contexto desnortado y caótico, superado gracias a la entrega de tantas profesionales. No es menos cierto que nadie aplaude…