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La nueva normalidad y yo (I)
Entenderse con la «nueva normalidad» es un asunto que me trae de cabeza. Llevo toda la vida adaptándome a la anterior, llamémosla «vieja», «añeja» o «extinta». Quien esto firma la sentía amigable, si bien sabíamos, tanto ella como yo, que el nuestro era un matrimonio forzoso. El amor de muchas parejas se oxida con la rutina. Su relación funciona por inercia, como un reloj: tic, tac, tic, tac… Suena fúnebre, ¿verdad? También uno se habitúa a la muerte en vida. Se oxida el alma, el corazón y la esperanza. La otra realidad era muy lúgubre. ¿Qué importa? Con todo, era de la familia. La cotidianidad se asemeja a un cementerio,…
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Oficio de lance
Comer, incluso bien, de la palabra escrita. Toda un heroicidad en tiempos líquidos. Si hay un superviviente en la prensa –exiliado de la Ribera, si bien su yo sigue presente en su comarca– ése es Emili Piera, autor de Oficio de lance: de cómo llegué a comer, incluso bien, del periodismo (Rotativa). Ya jubilado, el apátrida de Sueca publica una suerte de memorias sin nocturnidad ni alevosía. Bueno, tratándose de Piera, un hippie biológico sin parangón, su estilo literario desprende algo de rocanrol y despiporre. Un relato inteligente, divertido –la ironía socarrona de Piera, todo un síntoma de vigorosidad intelectual– en el que entiendes las vicisitudes e idiosincrasia de esa…
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Eterna Alborch
El feminismo debería ser patrimonio inmaterial de la humanidad, dijo Carmen Alborch cuando recibía la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana. Una reivindicación importante, más todavía si la profiere alguien que ya es historia del movimiento feminista. Todo reconocimiento tiene un valor en sí y otro simbólico, a saber: revitalizar la ejemplaridad pública, el testimonio de mujeres que, como Carmen, han sido «espíritu de lucha por la igualdad de género». La maestra Amelia Valcárcel recuerda a menudo que el feminismo es el único movimiento social y político sin una sola víctima en su larga lucha. Cambiar el mundo de rumbo, sí, pero desde el pacifismo y el entusiasmo. Alborch, ya…
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Ejemplaridad pública en Alberic
Hay que visibilizar –y celebrar– toda acción que reforme la injusticia. Y justo eso es lo que hizo espontáneamente Toño Carratalá, alcalde de Alberic, cuando se interpuso y detuvo una agresión machista en plena calle. Compromiso cívico en el espacio público, ¡cuánta falta nos hace! Levante-EMV Ribera publicó la noticia en portada el pasado martes –espléndida forma de celebrar su encomiable acción– y yo quisiera recordar la necesidad de dar voz a estas noticias por una simple razón: siempre ofrecemos un ejemplo positivo o negativo con nuestro cuerpo, factor influyente en la socialización de la ciudadanía. De ahí que el filósofo Javier Gomá formule un interesante imperativo de la ejemplaridad:…